En el terreno de la estética y de la belleza, es fácil que aparezcan constantemente nuevas “modas” que nos ayuden a mejorar nuestro aspecto. Aun así, existen ocasiones en que estas tendencias suponen un riesgo para nuestra salud. Un caso reciente sería el de las soluciones a base de carbón activado, cuya popularidad ha crecido enormemente en los últimos tiempos gracias a sus propiedades blanqueadoras del esmalte dental. Sin embargo, su uso puede llegar a provocar muchos problemas a nuestra salud dental.
Carbón activado: un riesgo para nuestro esmalte dental
El uso del carbón activado -ya sea en pasta dentífrica o en polvo- como blanqueador dental se ha popularizado en gran medida gracias a su viralización a través de las redes sociales. Su éxito viene dado por una realidad muy simple: a la mayoría de nosotros/as, nos gusta tener los dientes blancos. Y a pesar de que mantengamos una rutina de higiene dental diaria, factores como fumar o consumir café provocan que nuestra dentadura luzca con un tono amarillento poco favorecedor.
Sin embargo, este método está siendo recientemente invalidado por diversos organismos, entre ellos la OCU (la Organización de Consumidores y Usuarios). A pesar de que las propiedades del carbón activado pueden, efectivamente, proporcionar una mayor sensación de blancura a nuestra dentadura, su utilización provoca el desgaste del esmalte dental. Este producto es muy abrasivo, de modo que su impacto en nuestro esmalte no es ni mucho menos el adecuado para garantizar nuestra salud y estética dental.
Además, el uso del carbón activado puede tener otras consecuencias a largo plazo, como la recesión de las encías o el incremento de la sensibilidad dental, con todas las molestias que ello conlleva.
Menor higiene bucal
Además del evidente riesgo que supone la utilización del carbón activado, hay que tener en cuenta dos factores más. El primero de ellos es que, a pesar de la creencia popular, esta pasta no funciona como sustituta del dentífrico, pues su acción limpiadora no está garantizada. No utilizar dentífricos convencionales supondría arriesgarnos a todo tipo de patologías bucodentales derivadas de la mala higiene.
Finalmente, si bien es cierto que el carbón activado tiene cierta efectividad a la hora de blanquear los dientes, su efecto no es ni mucho menos tan potente como el que podría resultar de un blanqueamiento dental llevado a cabo por profesionales. Además de tener un efecto superficial, incapaz de eliminar manchas, los riesgos de su utilización nos exponen a dañar de forma permanente nuestra dentadura.
Si tienes interés en blanquear tus dientes, no te expongas: confía en la Clínica Ferso para devolver a tus dientes un tono más blanco y atractivo. Nuestros tratamientos de blanqueamiento dental no solo garantizan resultados, sino que se realizan según las necesidades de cada paciente.